¿De que castigo, tanto en este mundo como en el otro, no seria digno aquél que, sin ninguna moderación, se complaciera, por ejemplo, en divulgar todos los caprichos, todos los gustos, todos los horrores secretos a que están sujetos los hombres en el fuego de su imanación?
♠Donatien Alphonse François de Sade,
Las 120 Jornadas de Sodoma.