Al calor de la batalla, en medio de la lucha por conquistar aquello que les estaba prohibido y que pertenecía al exclusivo dominio masculino, se fue olvidando que la pelea era por conquistar una igualdad de derechos y no por ser idénticos. Esa distorsión entre igualdad e identidad repercutió sobre todo en las mujeres que, en el intento por aniquilar las desigualdades, fueron borrando aquello que les era propio. Sin darse cuenta, fueron descuidando y omitiendo muchos elementos que son esenciales a su identidad y que las diferencian de los hombres más allá de la justa exigencia por la igualdad de oportunidad. Si nos adentramos en serio en las diferencias, quizás la manera de orinar es lo más parecido que tienen ambos sexos. ¡Son tan distintos en todo lo demás! o por lo menos, en todo lo realmente sustantivo.
♠'Patricia Politzer.♠Eugenia Weinstein'
Mujeres: La Sexualidad Secreta.,
Cap. II