Es usual escuchar a las madres referirse al "pirulín" o la "Tulita" de sus hijos, pero nunca se oirá a una madre hablando de su hija de la vaginita y ¡mucho menos de la "chuchita"! Mientras el "pirulin" es todo un personaje en la vida del niño, la vagina permanece en el mas absoluto anonimato. Más aún, muchas veces se le llama con el genérico "potito", un chilenismo para nalgas, que refuerza la confusión al aludir a los genitales femeninos haciendo un paquete general y nebuloso centrado en lo glúteos. El sexo femenino no sólo no se ve, tampoco se nombre. Y según los griegos, aquéllo que no se nombra no existe.
♠'Patricia Politzer, ♠Eugenia Weinstein'.
Mujeres: La Sexualidad Secreta.
Cap.I
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