Oh! tú, Que vienes al doloroso hospicio, mira como entras y de quien te fías, no te engañe la amplitud de la entrada - - Canto V, Divina Comedia

♠Introducción A historia Calaminatum♠

♠Introducción A historia Calaminatum♠

Muchas veces el ejemplo es mas eficaz que las palabras para conmover los corazones de hombres y mujeres, como también para mitigar sus penas. Por eso, como yo también he conocido el consuelo proporcionado por la conversación con alguien que fue testigo de ellas, me propongo ahora a escribir sobre los sufrimientos provocados por mis desventuras para quien, aún estando ausente, siempre sabe dar consuelo. Lo hago para que, al comparar tus penas con las mías, descubras que las tuyas no son nada verdaderamente, o a lo sumo de poca monta, y así podrás soportarlas más fácilmente.


♠Henry Miller.
Trópico de Capricornio.

20090824

Siguió Siendo El Dios De Los Rincones, El Dios De Las Esquinas Y De Los Parajes Escuros,

No hay duda de que se produce una ampliación del "reino de Dios". Antaño Dios sólo tenía su pueblo, el pueblo "Elegido". Después, al igual que hizo su pueblo, marchóse al extranjero y se puso a peregrinar, no permaneciendo ya quieto desde entonces en ningún lugar. De este modo ese gran cosmopolita acabó teniendo su hogar en todas partes, hasta que logró poner de su parte a "una gran multitud" de gentes de medio mundo. No obstante, ese Dios de multitudes, ese demócrata entre los dioses, no se convirtió en un orgulloso Dios de los paganos; continuó siendo judío, siguió siendo el Dios de los rincones, el Dios de las esquinas y de los parajes oscuros, de todos los barrios insalubres del mundo entero. Su reino universal es, tanto antes como ahora, un reino subterráneo, un hospital, un reino de ghetto, y él mismo, ¡qué pálido, qué débil, qué decadente se ofrece a nuestros ojos!...

♠Friedrich Wilhelm Nietzsche
El Anticristo
PT. 18

El Espíritu Puro Es Pura Mentira.

¡Como si la humildad, la castidad, la pobreza, en una palabra, la santidad no hubiera hecho hasta hoy un daño a la vida increíblemente mayor que todos los horrores y que todos los vicio! El espíritu puro es pura mentira. Mientras se siga considerando que ese negador, calumniador, envenenador profesional de la vida que es el sacerdote, constituye un tipo superior de hombre, no habrá respuesta a la pregunta: ¿qué es la verdad? Cuando se piensa que el representante de la "verdad" es ese apologista a sabiendas de la nada y de la negación, se ha invertido ya la verdad.

♠Friedrich Wilhelm Nietzsche

El Anticristo
PT. 8

El Padecer Se Vuelve Contagioso A Causa Del Compadecer...

Al cristianismo se le ha llamado religión de la misericordia o de la compasión. Ahora bien, la compasión se opone totalmente a los efectos tonificantes que elevan la energia del sentimiento vital: genera un efecto depresor. Perdemos fuerza cuando nos compadecemos de alguien. Con la compasión aumentamos y multiplicamos todavía más la pérdida de fuerza que ya de por sí confiere el dolor a la vida. El padecer se vuelve contagioso a causa del compadecer...

♠Friedrich Wilhelm Nietzsche
El Anticristo
pt. 7

20090818

Un Pecado Capital Acecha En Cada Esquina En Cada Hogar. Y Aun Así Lo Toleramos. Todo El Día,

- Ha matado a gente inocente para ponerse cachondo -sentenció Mills-. Eso es lo que ha hecho
-¿Gente inocente? ¿Está de guasa, detective? Piense en la gente a la que he matado. Un obeso, un hombre repugnante que apenas se sostenía en pie de lo gordo que estaba. Si lo viera por la calle se lo señalaría a sus amigos para que todos juntos pudieran burlarse de él. Si lo viera durante la comida sería incapaz de acabarse el plato. Luego está el abogado. Y ustedes dos deben de haberme dado las gracias en su fuero interno por eso, detectives. Se trataba de un hombre que dedicaba su vida a ganar dinero mintiendo a diestro y siniestro para lograr que los violadores, los mafiosos y los asesinos siguieran en la calle.
- ¿Asesinos? -exclamó Mills-. Mira quién habla.
- Una mujer que... -prosiguió Doe sin hacerle caso.
- Quiere decir asesinos como usted, ¿no? -insistió Mills.
- Una mujer tan fea por dentro que se sentía incapaz de seguir viviendo si no podía seguir siendo hermosa por fuera -lo atajó Doe levantando la voz-. Un camello perezoso; un cabello perezoso y pederasta, para ser exactos. -Lanzó una risista desdeñosa-. Y no olvidemos a la puta que se dedicaba a extender enfermedades. Sólo en un mundo tan podrido como éste se atrevería a afirmar que eran personas inocentes. He aqui el quid de la cuestión -Añadió a gritos-.

Un pecado capital acecha en cada esquina en cada hogar. Y aun así lo toleramos. Todo el día,

♠Anthony Bruno
Seven (Los Siete Pecados Capitales)
diarios de John Doe
Cap. 24

Hay Que Darles En La Cabeza Con Un Martillo. Es Así Cómo Le Hacen A Uno Todo El Caso Del Mundo.

- ¿Adónde vamos? -preguntó Mills. - Ya lo verá -replicó Doe mirando fijamente la carretera a través de la rejilla. - No vamos sólo a recoger otros dos cadáveres, ¿verdad, Johnny? -insistió Mills-. Eso no sería..., bueno, no sé... lo bastante espectacular. No para usted. No para los periódicos. - Si uno quiere que la gente le haga caso, detective, no pude limitarse a propinarles palmaditas en el hombro. Hay que darles en la cabeza con un martillo. Es así cómo le hacen a uno todo el caso del mundo.

♠Anthony Bruno
Seven (Los Siete Pecados Capitales)
diarios de John Doe
Cap. 24

Somos Marionetas Enfermas, Ridículas, y Bailamos En Un Escenario Pequeño y Repugnante.

- Somos marionetas enfermas, ridículas, y bailamos en un escenario pequeño y repugnante. Lo pasamos tan bien bailando, follando, sin preocupación alguna en el mundo. Sin saber que no somos nada. No somos lo que deberíamos ser. -Somerset pasó una cuantas páginas-. Hoy en el metro un hombre se acercó a mi para entablar conversión. Aquel hombre solitario empezó a hablar de cosas sin importancia, del tiempo y otras cosas. Intenté ser amable y agradable, pero me empezó a doler la cabeza a causa de su banalidad. Apenas me di cuenta de lo que sucedía, pero de repente le vomité encima. No le hizo gracia, pero no pude evitar reírme.

♠Anthony Bruno
Seven (Los Siete Pecados Capitales)
diarios de John Doe
Cap. 18