Calla - Interrumpió ella - No existe el pasado. No hay nada que perdonar. Empezamos a vivir desde hoy. mira - Le dijo separándose y agarrándole una mano - el mar. El mar no sabe nada del pasado. ahí esta. Nunca nos pedirán explicaciones. Las estrellas la Luna. Ahí están y siguen iluminándonos brillan para nosotros. ¿Que les importa a ellas lo que haya podido suceder? nos acompañan y son felices por ello: ¿Las vez brillar? titilan en el cielo; ¿Lo harían si les importara? estamos solos, Tú y yo, sin pasado, sin culpas, sin nada que pueda interponerse en nuestro... Amor.
♠Ildefonso Falcones,
La Catedral del Mar. Pag., 649
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