“La diplomacia vaticana – decía el brillante latinista Antonio Bacci, más tarde cardenal – Nació una triste noche en Jerusalén en el atrio del sumo sacerdote, cuando el apóstol Pedro, calentándose a la vera del fuego, se cruzó con una criadita que, señalándolo con el dedo, le dijo: “Tú también eres seguidor del Galileo”, a lo que Pedro contestó, sobresaltado: “¡No sé lo que dices!”. Respuesta diplomática con la cual no se ponían en peligro ni la fe ni la mora.”
Los Milerarios
El Vaticano Contra Dios
Los Pilares de la Iglesia
Pag. 32
No hay comentarios:
Publicar un comentario