Oh! tú, Que vienes al doloroso hospicio, mira como entras y de quien te fías, no te engañe la amplitud de la entrada - - Canto V, Divina Comedia

♠Introducción A historia Calaminatum♠

♠Introducción A historia Calaminatum♠

Muchas veces el ejemplo es mas eficaz que las palabras para conmover los corazones de hombres y mujeres, como también para mitigar sus penas. Por eso, como yo también he conocido el consuelo proporcionado por la conversación con alguien que fue testigo de ellas, me propongo ahora a escribir sobre los sufrimientos provocados por mis desventuras para quien, aún estando ausente, siempre sabe dar consuelo. Lo hago para que, al comparar tus penas con las mías, descubras que las tuyas no son nada verdaderamente, o a lo sumo de poca monta, y así podrás soportarlas más fácilmente.


♠Henry Miller.
Trópico de Capricornio.

20101229

?Y llamáis amor a esa serie de pequeñas estupideces.....?


Eres joven y deseas casarte y tener hijos. Pero mi pregunta es: “¿Tienes el derecho a aspirar a la paternidad? ¿Has triunfado, te has vencido a ti mismo, has dominado tus sentidos, eres señor de tus virtudes? – te pregunto –. ¿O tu deseo es una manifestación de tu instinto animal, de tu necesidad sexual, de tu soledad, o de que estás insatisfecho de ti mismo?”(…)
Llamo matrimonio a la voluntad que tiene una pareja de crear a alguien que sea superior a quienes la crearon. (…) ¿Cómo llamar a lo que la gente que está de más llama matrimonio?; ¿Cómo llamar a esa miseria del alama compartida por una pareja, a esa suciedad del alma que afecta una pareja, a ese bienestar digno de lástima que presenta una pareja? A todo eso lo llaman matrimonio, y aseguran que esa unión ha sido bendecida por el cielo. (…)
¿Y llamáis amor a esa serie de pequeñas estupideces a las que pone fin un matrimonio que las convierte en un única y duradera estupidez?.

Friedrich Nietzsche
Así Habló Zaratustra
Los Hijos Y El Matrimonio
Pag. 92

No hay comentarios: