Oh! tú, Que vienes al doloroso hospicio, mira como entras y de quien te fías, no te engañe la amplitud de la entrada - - Canto V, Divina Comedia

♠Introducción A historia Calaminatum♠

♠Introducción A historia Calaminatum♠

Muchas veces el ejemplo es mas eficaz que las palabras para conmover los corazones de hombres y mujeres, como también para mitigar sus penas. Por eso, como yo también he conocido el consuelo proporcionado por la conversación con alguien que fue testigo de ellas, me propongo ahora a escribir sobre los sufrimientos provocados por mis desventuras para quien, aún estando ausente, siempre sabe dar consuelo. Lo hago para que, al comparar tus penas con las mías, descubras que las tuyas no son nada verdaderamente, o a lo sumo de poca monta, y así podrás soportarlas más fácilmente.


♠Henry Miller.
Trópico de Capricornio.

20070412

.…“Las Mujeres empezaban por adorarlo (realmente lo adoraban), por admirarlo (una admiración ilimitada) después algo les hacia sospechar el vació, se echaban atrás y el les facilitaba la fuga, les abrria la puerta para que se fueran a jugar a otro lado. En dos ocasiones estuvo a punto de sentir lástima y dejarles la ilusión de que lo “comprendían” pero algo le decia que su lastima no era autentica mas bien un recurso barato de su egoismo su pereza y sus costumbres”…


J. Cortàzar, Rayuela - Cap. 90

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